“Me hago cargo de todo lo que hice”

Diego Torres (43) viene de pelear por el Martín Fierro a mejor actor de comedia por Los vecinos en guerra y de participar en el último cd de Carlos Santana. También prepara su nuevo disco y trabaja en el próximo film de Juan Taratuto (Papeles en el viento) en la que compartirá elenco con Diego Peretti, Pablo Echarri y Pablo Rago. “Antes, la gente me veía más esporádicamente y pensaba que sólo me dedico a la música. Y no, me encanta hacer ambas cosas”, asegura, y dice que actuar de manera cotidiana era algo que tenía pendiente. “Deseaba volver al oficio de actor. Que en principio se haya dado con Sebastián Ortega, que siempre me tuvo en cuenta para sus proyectos, fue bárbaro. Que encima eso coincidiera con el nacimiento de mi hija Nina y los deseos de mi mujer y míos de no seguir de gira hizo que todo cerrara”.

—¿Hay algo de lo que hiciste que hubieras preferido no hacer?
—Hay discos que los hice a una edad y que no los haría ahora. Corresponden a otros momentos de la vida. Siempre fui un tipo de pensar mucho y aún así me he equivocado. Pero también acerté. Me hago cargo de todo.

—También te tocó volver al país, en un momento de la televisión bajo, en cuanto a niveles de audiencia. ¿Hubieses preferido retornar en otra realidad?
—Yo acepto las condiciones y vuelvo porque quiero volver a este oficio y hay que bancarse la que venga. La televisión cambió y hay gente que todavía no se da cuenta. Yo esto lo veía en la música donde la tecnología hizo que las cosas se modificaran  mucho antes. La TV abierta es otra y se dividió con el cable, y sumale la gente que mira mucho las series en su computadora.

—¿Cómo tomás que tu vuelta a la TV haya sido con una nominación al Martín Fierro?
—La expectativa está en que reconozcan el trabajo de uno. Los premios sirven para eso y estar nominado me reconoce después de tantos años que no hacía televisión.

—Este año la ceremonia fue más tranquila en relación con discursos políticos, pero en la del año pasado Jorge Lanata habló de una “grieta” que divide a los argentinos. ¿Qué pensás de eso?
—Mi visión es más de fondo. Nos estamos desgastando innecesariamente en eso que algunos denominaron “grieta”. Volvimos al juego peronismo –antiperonismo o kirchnerista– antikirchnerista que no nos lleva a ningún lado. Es mucho más destructivo y nosotros necesitamos construir. No hay contención ni dimensión de las palabras. Tiene que haber otro cuidado. Podemos pensar diferente, pero no decirnos cualquier cosa. Los medios y la sociedad están como muy desalineados en ese sentido.

—¿Sentís que es responsabilidad de los medios?
—Lo que quiero decir es que nos veo como una sociedad acéfala, sin padre. Así sale la justicia por mano propia. Siento que tenemos que dejar de echarle la culpa a los medios que informan para un lado u otro.

—¿Te gusta el gobierno de Cristina?
—Con este gobierno, que es una administración más, que vinieron y vendrán otras, hay cosas con las que coincido y otras con las que no. El tema es poder hablarlas como sociedad, no nos sirve para nada lo de la grieta y seguir polarizando.

“Descanso de la tele”

—¿Quedaste conforme con el resultado de Los vecinos en guerra, más allá de tu nominación?
—La serie tuvo un público estable, terminó creciendo y ganando su horario. Es lo que me llevo. Terminó con 16,5 puntos de rating, cuando el programa de enfrente finalizó con 10 puntos. A veces hay toda una movida de prensa que hacen ciertos personajes, pero hablemos con la verdad. Esto es lo que pasó y la televisión te lo demuestra hoy.

—¿Que hubiera actores que se bajaran de la tira no terminó afectando la historia?
—No. Cada uno lo disfrutó y lo vivió a su manera. En definitiva, desde el arranque era Los vecinos en guerra y no La hermosa familia. Era una trama con tensiones, suspenso y doble vida.

—¿Dónde te deja en tu relación con la música el volver a darle tanto espacio a la actuación?
— De la tele descanso ahora, lo que no indica que no vaya a volver. Soy un artista catalogado pop, pero me gustan los desafíos, no quedarme quieto en el lugar y renovar mis sonidos. Sé contemplar las reglas del juego, pero esas reglas no me llevan a tomar decisiones. Siempre estuve arriba de todo lo que hago.