Mascherano: “Brasil va a ser un lugar hostil para nosotros”

Mascherano: “Brasil va a ser un lugar hostil para nosotros” El subcapitán de la Selección cree que Argentina sufrirá ser visitante en la casa del rival de siempre. Cómo vive su rol de líder, a las puertas de su tercer Mundial. Mascherano: “Brasil va a ser un lugar hostil para nosotros”

“Alejandro, el capitán va a ser Leo”. A Sabella lo sorprendió el llamado: lo esperaba, pero no tan pronto. Quien había marcado su número desde Europa era Javier Mascherano, el capitán saliente. Los detalles de la anécdota los develó el propio entrenador, hace una semana: “Después de asumir, fui a Barcelona a reunirme con Mascherano y Messi. Les dije que mi idea era que Leo tomara la capitanía, pero les pedí que lo discutieran entre ellos; tenía que respetar a Javier. A los pocos días, me llamó él y me comunicó la decisión”.

La pequeña historia retrata al ahora subcapitán de la selección argentina, siempre a gusto con la idea del todos para uno y uno para todos. “Es algo que tendría que ser totalmente natural. En un deporte de equipo, siempre debe priorizase lo colectivo por encima de lo individual. Parece extraño cuando alguien lo remarca, porque no siempre se respeta. Uno sabe que solo no te salvás, siempre te tiene que ayudar el de al lado”, razona durante la entrevista con PERFIL.

Sin anunciarlo, el de la camiseta 14 le pone el cuerpo al ejemplo: en vez de tomarse la tarde libre que el técnico le dio al plantel el jueves, se entrenó en doble turno ese día. Y, por la noche, eligió dormir allí mismo, en Ezeiza, a las puertas de su tercer Mundial consecutivo.

—¿Qué se juegue en Sudamérica supone una ventaja para ustedes?
—En Sudamérica se juega diferente, no es relativa la incidencia que ese factor puede tener, por algo siempre ganaron los sudamericanos. Igual, al final siempre gana el mejor.

—Es cerca del país, pero en un lugar donde siempre Argentina es muy visitante.
—Tenemos que tener en cuenta que va a ser un Mundial hostil para nosotros. Lo mismo le pasaría a Brasil si se jugara en Argentina.

—¿Llegan en las condiciones que querían? Varios jugadores no terminaron bien en sus clubes.
—Es cierto que convivís con el temor de que te pase algo, sobre todo al final. Pero ahora no podemos pensar en otra cosa que jugar el Mundial, no importa cómo le fue a cada uno en la temporada.

—En ese sentido, la readaptación es rápida: el grupo casi no tuvo variantes en los últimos dos años.
—Nos costó mucho llegar hasta acá, pasamos muchas malas. Nos costó levantarnos del Mundial pasado, nos costó levantarnos de la Copa América 2011, fueron todos palos. Cambiamos de entrenador y tuvimos que empezar de cero. Ahora eso parece olvidado, pero los que vivimos todo el proceso sabemos lo difícil que fue.

—La formación del equipo sale fácil. Eso puede ser un punto a favor.
—En los mundiales, el equipo que arranca no siempre es el que termina. En general, hay dos o tres jugadores que en principio son suplentes y terminan jugando. Lo muestra la experiencia.

Relajación cero. A Mascherano no le mueven un pelo las palabras de Luis Enrique, el nuevo entrenador del Barcelona, que lo puso como “ejemplo de capitán”, ni con el mensaje que bajó ayer mismo el presidente del club, José María Bartomeu: “Elogiamos la capacidad de liderazgo de Javier y su discurso más allá del césped. Lo apreciamos mucho y va a seguir en el club”. Insiste con que el chip que vale ahora es el del Mundial, que ya habrá tiempo para pensar en lo otro.

—¿Descansaste unos días antes de tomarte el avión? El golpe del título que perdieron habrá sido fuerte.
—No, me es muy difícil desconectar. Estuve toda la semana que tuvimos libre entrenándome con el profe en el club. Me vino bien, cuando entrenás solo siempre viene bien. No va a cambiar mucho, pero me sirvió para mantener lo que hice durante toda la temporada.

—¿Aprendiste a aflojar tu nivel de autoexigencia?
—Uno es como es y es difícil cambiar. Yo puedo tener mil defectos, peo me gusta ser responsable con lo que hago. Y cuando las cosas no salen como yo quiero, lo sufro. Como lo debe sufrir cualquier persona que ama su profesión e intenta hacer las cosas de la mejor manera. Mi mejor terapia es estar con mis hijas y mi mujer.

—Decís que el rol de líder te tocó. ¿Lo disfrutás?
—Ni lo disfruto ni lo sufro ni nada. Lo peor que hay es querer ser algo que no te toca. El rol que cada uno ocupa es el que le dan, no el que elige, en cualquier trabajo. En el fútbol, el lugar te lo dan tus compañeros, el entrenador, los directivos, la gente… Lo que uno no puede hacer es sobreactuar, hay que mostrarse tal cual se es. Así entiendo la vida, así soy, y también entiendo que no a todos les guste.

 

La mitad de la vida

El caso de Mascherano es atípico: cuando el 8 de junio cumpla 30 años, podrá decir que pasó la mitad de su vida en la Selección, a la que llegó por primera vez para integrar una sub 15. Su debut en la mayor, incluso, ocurrió antes que en la Primera de River; se puso por primera vez la camiseta celeste y blanca de los grandes el 16 de julio de 2003, en un 2-2 contra Uruguay en La Plata, con Bielsa como técnico. Dieciocho días después, Manuel Pellegrini lo pondría en su club, una tarde de lluvia en el Monumental.

“Me siento un afortunado por seguir estando acá, siempre mi carrera ha estado ligada a la Selección. La Selección es como mi casa, conozco a la gente de este predio desde muy chico y ellos también a mí. Acá me vieron crecer”, rebobina la cinta Javier, que fue sparring de la Selección en el Mundial 2002.

Ahora, a las puerta de Brasil 2014, entiende que el objetivo no puede ser salir campeón porque sí. “Hace 24 años que Argentina no logra estar entre los cuatro finalistas, eso para un país futbolero es mucho. Pero no tenemos que vivirlo como una presión. Al revés, estoy ilusionado con que tengamos un mes y medio inolvidable”, se anima.

En su ránking de candidatos, prefiere marcar diferencias. Entre lo que se tiene y lo que ostentan los otros: “No podemos compararnos en la tenencia con Alemania o España, por ejemplo. El nuestro es un equipo directo, que no necesita de la posesión para generar situaciones. Tenemos lo mejor a nivel mundial de mitad de cancha hacia adelante”, pondera Javier.