Los empleados del Beccar realizan medidas de fuerza

p2 27-5-14Desde el viernes pasado los empleados del frigorífico Beccar, de nuestra ciudad, realizan un quite de colaboración a raíz de la falta del pago de la quincena que venció el martes 21 de mayo. 

La empresa, propiedad de la familia Alba, entregó el viernes 2 mil pesos a cuenta, lo que representa en la mayoría de los casos la mitad de los haberes de los casi 500 trabajadores que desarrollan tareas en la planta. Ese mismo día, las partes se reunieron en la Delegación de Trabajo pero, según se supo, los abogados de la empresa «no llevaron ninguna propuesta». Así las cosas, anoche se mantenía el trabajo a reglamento que, entre otras cuestiones, motivó que antes del fin de semana algunos camiones con pollo para faena debieran desviarse a la planta localizada en San Justo.

 

De todas maneras, se esperaban novedades para hoy, aunque la dirigencia gremial considera que hay varios problemas de fondo sin resolver. En este sentido, si bien no fue confirmado, a los inconvenientes financieros se suman las dificultades para hacerse de maíz, cosa que suele suceder a esta altura del año. También existen posibilidades de que las gestiones que se realizan en Casa de Gobierno para destrabar ayuda puedan rendir sus frutos esta semana, solucionando la coyuntura. En el largo plazo, los problemas que padece esta firma tienen también su correlato en el resto de los frigoríficos, que han señalado la labor de la Secretaría de Comercio Interior como responsable de algunas trabas.

 

Retraso récord
Según la Bolsa de Comercio de Rosario, el avance de la trilla maicera a nivel nacional no alcanza ni a la mitad de lo cosechado, en promedio, durante las últimas cinco campañas. Es una campaña que empezó con el pie izquierdo, signada por los magros márgenes brutos de explotación previstos y la falta de humedad para dar comienzo a los trabajos de siembra, la mayor participación de las variedades tardías hacían prever un retraso en el flujo de comercialización pero éste está resultando aún más agudo frente a la elevada humedad que persiste en el ambiente y la priorización de la cosecha sojera.

 

Así, ello no sólo se traduce en dificultades para el secado de las plantas y la aparición de enfermedades de fin de ciclo, sino que incide en los costos de comercialización del grano por las dificultades para transportar la mercadería por los caminos rurales. Por otro lado, las condiciones ambientales más benévolas para el desarrollo del cultivo de segunda que caracterizó la presente campaña hace pensar que el grueso de la oferta tardará aún unas semanas en llegar al mercado, siempre que los oferentes se vean tentados a formalizar ventas. Frente a este panorama, el precio Pizarra de referencia para las operaciones del día jueves que estableció la Cámara Arbitral de Cereales tocó su máximo valor histórico en pesos con $ 1.500/ton, frente al interés de la demanda de asegurarse una pronta provisión de la mercadería.