Mientras aguarda el reestreno de Tango feroz, integra el elenco de Adictas a vos. Explica por qué se apartó de su carrera y cuál es el costo de regresar.
Falta muy poco para el reestreno de Tango feroz, la película de Marcelo Piñeyro que fue un boom en 1993 –vendió 1.700.000 entradas–, y Cecilia Dopazo aguarda la fecha con ansiedad. El film que ella protagonizó con Fernán Mirás –en el rol del mítico rockero Tanguito– volverá a los cines argentinos el 4 de septiembre y Dopazo estará ahí para acompañarlo: “La vi un montón de veces porque viajé a unos cuantos festivales en su momento, pero tengo muchas ganas de ver esta versión remasterizada porque el trailer me encantó, tiene una calidad de imagen realmente sorprendente”, dice la actriz, que tenía apenas 23 años cuando debutó en cine con ese papel que se transformó para ella en inolvidable. “Era muy jovencita, apenas había hecho un corto y un telefilm antes, así que la película tuvo una importancia enorme en mi carrera. Me convertí en una actriz popular muy pronto. Pero lo que rescataría hoy, sobre todas las cosas, es lo más personal. Fue una experiencia maravillosa desde ese punto de vista, y eso está por encima de cualquier consideración de orden profesional”.
Después de Tango feroz, a Dopazo le llovieron las propuestas. Y trabajó mucho en cine, teatro y televisión, hasta que decidió parar de una manera muy determinante: “Me bajé del sistema durante diez años por decisión propia –explica–. Recién cuando mis dos hijos crecieron, intenté volver. Fui a buscar a un representante que trabaja hace años en el medio y le dije eso: ‘Quiero volver’. Y él me aclaró de inmediato que no iba a ser fácil. Sin embargo, a los tres días de esa conversación apareció la posibilidad de hacer 8 mujeres en el Tabaris. Eso fue en 2011, también estaba en el elenco Norma Pons. Fue excelente volver con una obra en la calle Corrientes. Estuve un año y pico trabajando ahí y lo disfruté mucho”.
Hoy, Dopazo es parte del elenco de Adictas a vos, obra escrita y dirigida por Marcos Carnevale que tiene funciones de miércoles a domingos en el Teatro Picadilly (Corrientes 1524). Comparte elenco con Betiana Blum, María Valenzuela, Esmeralda Mitre y Erika de Sautu Riestra. “Hicimos el verano en el Multiteatro y ahora nos mudamos. Y con el cambio de geografía cambió también la energía –dice–. En el Multiteatro no sentíamos como si estuviéramos en el Luna Park, y ahora estamos como en el living de casa. Es raro porque son salas que tienen casi la misma capacidad…
Pero viene mucha gente, este teatro tiene un público fiel que va a ver lo que se programa sí o sí. Y tiene también una historia exitosa con obras protagonizadas por mujeres. La sorpresa es que no sólo vienen mujeres. Yo esperaba un público mayormente femenino, pero parece que los hombres se dejan traer y se divierten mucho. Somos cinco personajes desopilantes, la verdad. Ya de por sí las mujeres tenemos una personalidad exagerada, una manera de expresarnos que está muy bien plasmada en esta obra. Creo que es eso lo que atrapa a los espectadores, lo que les genera empatía y les causa gracia”.
Dopazo también es parte del elenco de La celebración, ciclo de trece unitarios producido por Underground cuya última emisión será hoy a las 23.30, justamente con Egresados, una ficción que ella protagoniza con Adrián Navarro. “Es un programa de mucha calidad, lo sé porque veo bastante tele –explica ella–. Por lo general hago zapping, como la mayoría. Sólo me detengo cuando veo algo que me parezca interesante. De lo último que vi, me gustó mucho Guapas. Me encantan las actrices, las temáticas de la tira, tan femeninas, y la frescura que tiene el programa, a pesar de transitar un terreno bastante conocido. Y también me atrapó Doce casas en la TV Pública, me recordó mucho a los grandes programas que hacía Alejandro Doria. Creo que ese ciclo no tiene más audiencia porque el canal del Estado está estigmatizado”.
En los planes de Cecilia Dopazo aparecen el teatro y la televisión: “Me encanta hacer teatro, espero mantener la racha, pero también me gustaría hacer algo con más continuidad que un unitario en la tele. Tengo, además, una participación chiquita en la nueva película de mi marido, Juan Taratuto, que se llama Papeles en el viento. Es una historia muy masculina, protagonizada por Diego Peretti –revela–. Me gusta trabajar con Juan porque solemos estar muy de acuerdo en general, tenemos puntos de vista parecidos sobre el trabajo, un humor parecido y una lectura similar de las cosas. Lo único que podría complicar las cosas es algo relacionado con la logística, la organización familiar, pero hasta ahora no nos pasó. Ya habíamos laburado en 2001, cuando teníamos un hijo de apenas un año y medio, y salió todo perfecto. Hay mucha confianza entre nosotros, es obvio, pero no por eso deja de haber respeto por el rol de cada uno”.