La protesta con carpas y movilización se concentra frente a la planta de broza Tayretá, sobre el kilómetro 137 de la ruta Nacional 14, pero el conflicto no tiene nada que ver con la firma, sino con una empresa de transporte santafesina por un despido.
Una protesta de transportistas y miembros del Sindicato de camioneros de Entre Ríos, frente a la planta de broza Tayretá, sobre el kilómetro 137 de la ruta Nacional 14, departamento Uruguay, ha generado mucha tensión, polémica y hasta el momento no hay miras de solución. El representante de los camioneros, Osmar Luis Berón, señaló que la solución está en manos de la empresa de transportes Bonavia, para quien trabajan los camioneros en conflicto por mejoras salariales y el reclamo por lo que consideran un despido injusto. Más allá de esto, quien al parecer se ver perjudicada es la firma Tayretá, que disminuyó su producción en estos días de conflicto, a lo que le complica más la situación el mal tiempo reinante.
Si bien el gremio destacó que su protesta es un a un costado del acceso a las canteras, muchos serían los camioneros que, por no tener problemas gremiales con sus colegas, habrían decidido no concurrir a cargar. Francisco Tournour, uno de los dueños de Tayretá, aseguró que esta protesta los está perjudicando. En diálogo con colegas de 03442, aseguró: «El solo hecho de que esté esa carpa en la puerta de acceso, es intimidatoria para los camioneros que quieren cargar. Más allá de esto, hubo momentos en los cuales los manifestantes se interpusieron con choferes a los que les dijeron que entraran esa vez, pero que después no vuelvan. Esto ocurrió con camiones que vinieron de la Municipalidad de San José y Villa Elisa, los que para evitar problemas ya no vendrán hasta tanto se supere el conflicto», dijo el empresario.
Lo cierto es que el problema no es con Tayretá, sino con la firma transportista Bonavia de Santa Fe, para la cual trabajan estos 18 camiones, a cuyos conductores según el gremio les pagarían sueldos menores al convenio, lo que generó el reclamo, sumándose un despido que de acuerdo a lo narrado por Berón, sería arbitrario y a raíz del reclamo salarial, pero de acuerdo a lo trascendido desde la empresa transportista, sería justificado. Lamentablemente, mientras Osmar Berón y su gente, espera el llamado desde Bonavía (el cual parece difícil de llegar), quien está en medio del conflicto, sin ser parte, es la empresa Tayretá y esto generaría demoras en obras y pérdidas que para la firma que no encuentra la forma de solucionar. Hasta el momento, todo transcurría sin incidentes y más allá del malestar de los dueños de la cantera, no hay denuncias, por lo que se continúa a la espera de un llamado telefónico que de una luz de esperanza al conflicto.