Sociedad 18/05/14

DIOS ES VIDA

» Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida » (Jn.14, 1-12 )
Durante toda la 4ª semana de Pascua, y la próxima, meditamos los pasajes del Evangelio de San Juan, en los que Jesús en la última cena, se despide de sus discípulos. Lo hace con ternura, con todo su amor. Así, en el de hoy, Jesús les dice que se va para prepararles un lugar en la casa del Padre, «y volveré para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes». «Ya conocen el camino…» Tomás, el «intelectual», le respondió: «¿Cómo vamos a conocer el camino, si ni sabemos a dónde vas?». A lo que Jesús responde: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.» Qué respuesta tan profunda y total. El «Camino» porque «nadie va al Padre, sino por mí». La «Verdad», porque «si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre»; «..el que me ha visto, ha visto al Padre»….» yo estoy en el Padre y el Padre está en mí» Por último, Jesús es «la Vida», la Vida total, con mayúscula. El «vino para que tengamos Vida, y vida en abundancia». Dijo: un pensador: «la vida es aquello que dejamos pasar, mientras buscamos las satisfacciones de la vida.

 

» Solamente nos interesan los frutos, pero no nos preocupamos por cuidar y regar la planta, en su raíz. La Vida auténtica, plena, es aquella que tiene raíz estable y sana. Solo así no nos defraudará. Solo así experimentamos la satisfacción de la vida. Qué mezquinos y miopes somos, cuando nos pasamos mariposeando las flores de los placeres en la vida, y descuidamos la vida misma. La vida está en la raíz, que da vida a la planta, que siempre producirá frutos. Jesús es esa raíz, El vino para darnos Vida, y Vida en abundancia. Vida, no ilusión de la vida. El es «la Verdad», no nos engaña con ilusiones, como lo hace el mundo del placer, del tener y del poder. Y siguiéndolo, estamos yendo por el «Camino», que conduce al Padre, que conduce a la auténtica felicidad, la eterna. No equivoquemos el «camino»: está el camino ancho y cómodo, que lleva a la desilusión del engaño, y a la muerte. Y está el «Camino estrecho», que conduce a la felicidad y la Vida, el que recorrió Jesús, y nos invita a seguirlo. La elección depende de nosotros. Este es el mensaje Pascual de Resurrección y Vida que nos propone Jesús. Que Jesús Resucitado nos fortalezca en nuestra decisión. Cordialmente, Parroquia Santa Teresita.