Dos actores ligados a la actividad productiva entrerriana, Edelmiro Oertlin, del cooperativismo y Alfredo De Ángeli, hoy legislador del PRO, opinaron sobre la situación del campo. La novedad es que aparecen diferencias en temas clave.
“Es difícil acceder a líneas de financiamiento, no hay verdadera seguridad jurídica, falta de rentabilidad en algunos sectores, no hay energía suficiente y hay un gran problema con el costo laboral”, afirmó Oertlin, titular de la Federación Entrerriana de Cooperativas (Fedeco), describiendo un panorama complejo, pero deslizando además alguna restricción al apoyo incondicional mostrado al inicio del ciclo macrista.
Cabe recordar que desde el sector primario cerraron filas en torno a la urgencia de una devaluación que mejorara su competitividad. La solicitud se transformó en la primera medida de gobierno a los pocos días de asumida la nueva administración. Los tenedores de soja hicieron cash sus bolsones, sin mayores preocupaciones, pero quienes quedaron atados a los precios internos vieron pronto cómo ese veranillo era pan para hoy.
Es lo que expresa ahora Oertlin: “con la devaluación poco se logró porque los insumos, por más que sus precios estaban basados en el dólar paralelo, subieron producto de una situación de desfasaje entre los costos de producción y lo que recibe el productor”. Por más que quiera forzarse una explicación, aquél requerimiento sólo sirvió para transferir una enorme masa de dinero de un sector a otro. Será difícil ahora zafar de la boda sin convertirse en pato.
La otra cuestión es el financiamiento especialmente, si para frenar al dólar hubo que subir las tasas. Son las “cosas que hay que corregir”, según el dirigente cooperativista, aunque haya avanzado también sobre el costo laboral y el peso de las cargas sociales que no terminan en el bolsillo de los trabajadores.
Muy diferente fue la postura casi edulcorada de De Ángeli. “Faltan ajustar detalles para que las economías regionales mejoren”, dijo el senador nacional por Entre Ríos, oriundo de Gualeguaychú. A la salida de un encuentro con el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, habló de los créditos blandos del Banco Nación, cuya disponibilidad suele descalzarse con la campaña de siembra.
Sojeros deberán esperar
En este contexto, los días que vienen no serán sencillos para una relación que comienza a tensarse, sobre todo cuando todos saben que está tomada la decisión de postergar la baja de las retenciones a la soja, para cerrar el déficit generado por el revés judicial sobre tarifas. Se trata de una campaña de 56 millones de toneladas, la segunda más alta en la historia del cultivo.
Por ahora se admitió que «se va a prorrogar un poco» el proceso de disminución de las retenciones a la oleaginosa. Se vendrá ahora una solicitud de comprensión a los productores sojeros, aunque será dificultoso cumplir la promesa del gobierno de ir a retenciones cero.