Con el objetivo de actualizar un clásico universal

Con el objetivo de actualizar un clásico universal Protagonizan en el San Martín El luto le sienta a Electra, con la que Eugene O’Neill llevó al siglo XX el drama creado por los griegos. La vitalidad de las tragedias. Con el objetivo de actualizar un clásico universal

Es un proyecto que llevaba varios años, pero que finalmente se concretó el miércoles. Fue el estreno de la versión del director georgiano Robert Sturua, sobre la obra de Eugene O’Neill, El luto le sienta a Electra. Esta mirada contemporánea sobre la relación madre e hija que imaginó Esquilo en La Orestíada y que luego fueron reescribiendo numerosos dramaturgos será encarnada por Leonor Manso y Paola Krum. En el elenco estarán compartiendo el escenario de la sala Casacuberta del Teatro San Martín con: Héctor Bidonde, Diego Velázquez, Nacho Gadano, María Figueras, Pablo Brichta, Germán Rodríguez, Alicia Muxo, Pablo Rinaldi, Abian Vainstein, Gustavo Böhm, Susana Machini, Ana María Caruso, Inés Cejas, Héctor Sajón y Raúl Herrero.
—¿Cuál es la mirada de Sturua sobre un clásico contemporáneo como O’Neill, que escribió sobre otro clásico universal?
MANSO: O’Neill en los años 30 estaba influido por Freud, hoy en día ya el conocimiento lo tienen todos, es frecuente hablar de Edipo o Electra. Por eso mismo al leer el texto –y sin faltarle el respeto al autor–, me causaban risa esos mecanismos tan evidentes. Nuestro director, Sturua, es un hombre del absurdo. El le da un giro para ese lugar, no hay nada solemne, todos somos muñecos que actuamos en la vida. Sólo somos eso y coincido con su mirada. Uno nace para morir y qué más absurdo que eso.
KRUM: A mí siempre me encantó la obra y cada vez que la leía me preguntaba: ¿cómo se actúa? Pensaba sobre la complejidad de decir que una madre nunca quiso a su hija y también sobre cómo se escucha la repulsión o cómo se actúa tanto desde el personaje como por parte del público. Este director desechó todo lo psicológico, sostuvo la vitalidad y energía de la obra. Hizo el mismo texto pero con su propia idea y se cortó mucho.
—¿Es un acto de humildad trabajar con Sturua?
K: Puede ser. Nunca antes había trabajado de esta manera. Siempre tuve improvisaciones, aquí sus ideas son contundentes y no podrían ser las mías. Es muy personal lo que se le ocurre, pero nada es caprichoso.
M: El es humilde y soy muy feliz trabajando con él, aunque me peleo. Un día me dijo: “No sabía que eras también directora”. A mí no me importa, toda mi vida fui actriz, la dirección me llegó después y considero que es él quien debe marcar el rumbo.
—¿Sintieron dificultad al tener que ensayar con traductora (Natalia Kovaleva)?
K: Tenía miedo e incluso practiqué inglés para poder comunicarme. Al principio salía de los ensayos ahogada por lo triangular y con la sospecha de si me traducían bien o no. Pero por suerte Natasha es excelente y no sólo lo comprende a él, sino también a nosotros. Sturua no quiere comunicarse en inglés con nadie, todos estamos en igualdad de condiciones, sólo se habla en georgiano o en castellano. El se presentó como un tirano, pero con su humor y su encanto inmediatamente se descubre la buena persona que es y cómo quiere a sus actores. Nos protege todo el tiempo, busca que estemos desplegados y florecidos a través de nuestros personajes.
—¿Qué creen que quiere decir con esta Electra?
M: La obra se inicia con el fin de una guerra y se muestra a un pueblo arrasado moralmente. Nosotros también tuvimos un pasado bélico (las Malvinas) y hay un personaje que parece un ex combatiente nuestro. No debemos olvidar que aquí hubo una mayoría que quiso el golpe de 1976, también los argentinos votamos –aunque no fue mi caso– por tres veces a Menem. Todo lo que hicieron los militares y lo que les pasa aún a los que estuvieron bajo bandera durante el conflicto bélico, a los que no se los reconoce porque no llegaron a desembarcar en las islas –como sucede con nuestro compañero, el actor Carlos Belloso– y siguen reclamando y seguimos sin escucharlos.
K: Nunca lo hablamos con Sturua. Se aleja de todo lo psicológico y no busca sacar conclusiones. En la pieza pasan cosas terribles, como son los asesinatos. Hay endogamia, encierro y todo pasa ahí adentro. Hubo una guerra en los Estados Unidos –la de Secesión (1861-1865)–, y todo cambia con las batallas. En esta versión se quitó lo temporal y eso la actualizó. En todas las épocas hay crímenes, pero ahora creo que se naturalizaron. En las tragedias los personajes sufren culpa y castigo, pero aquí no. Igual sucede en la actualidad: hay impunidad.
—¿Cómo esperan que reaccione el público?
M: Creo que va a disfrutar mucho. Rompe todo el tiempo con lo previsible, crea un distanciamiento, y lo solemne se vuelve ridículo. Hace una tragicomedia y O´Neill no escribió eso. Sturua es muy libre, por lo cual no significa lo evidente y eso se lo agradezco mucho. Está el placer de la actuación y aquí no hay culpas.
—¿Tienen proyectos televisivos?
K: No me sale hacer más de un proyecto por vez. Después de dos obras de teatro me gustaría volver a la televisión, pero no tengo nada definido. Disfruto las elecciones que hago, veo que me cambian en relación con mi profesión, lo vivo de otra manera. Aunque a veces el trabajo se elige por distintas circunstancias.
—¿Por lo económico?
K: No soy ávida económicamente. Tengo mi casa y no me desespera nada más. Tengo la suerte de que desde hace un tiempo puedo elegir mis trabajos. El año pasado me dirigió Ciro Zorzoli y ahora Sturua. La riqueza para mí pasa por el contacto con esta gente. En televisión me encantó compartir el unitario Tiempos compulsivos con Javier Daulte, más allá de si el programa iba o no bien de rating, me gustaban todos mis compañeros.
—¿El año pasado sufriste con “Farsantes”?
M: ¿En qué sentido? ¿Los conflictos que se publicaron? ¡Se hizo la novela de la novela! ¡Es de lo que se ocupan los reality! Es como si fuera la cultura imperante. Tuve compañeros extraordinarios y la pasé muy bien. Lo único que en un principio iba a ser un unitario y luego pasamos a ser tira diaria. ¡Es que Tinelli te marca la vida!
—¿Qué ven en la televisión actual?
K: Con estos horarios que tuvimos para ensayar me fue imposible ver televisión.
M: Sólo vi algo de Guapas, por su elenco, y Sres. papis, por lo mismo, pero no puedo opinar.