Cuando se había intensificado la búsqueda, un pescador divisó el cuerpo flotando en el corte San Miguel, unos dos kilómetros al sur de las torres de alta tensión. La Justicia espera los resultados de la autopsia. Ayer a la mañana, al cumplirse una semana
de la desaparición, fue encontrado el cuerpo de Ramón Amaya unos 20 kilómetros aguas abajo del lugar en que había sido visto por última vez, sobre el Riacho Itapé. Fue dispuesta una autopsia para determinar las causas de la muerte. Poco después de las 10 de la mañana de ayer fue hallado el cuerpo sin vida del pescador Ramón Amaya, desaparecido el sábado 17.
Al parecer un pescador, descubrió algo que llamó su atención en el corte San Miguel, altura del kilómetro 163, a unos dos kilómetros al sur de las torres de alta tensión, por lo que dio aviso a los prefecturianos que rastrillaban en las proximidades. Recordemos que Prefectura había dispuesto la llegada de más efectivos para profundizar la búsqueda. Ante el llamado de alerta, fue hasta el lugar el Guardacostas GC 174, cuyo personal descubrió que se trataba del cuerpo de Ayama, por lo que dieron aviso a las autoridades judiciales y policiales y procedieron al traslado del cuerpo hasta el Puerto de Concepción del Uruguay.
Pasado el mediodía llegó al puerto la embarcación prefecturiana, donde esperaban personal de bomberos y médico forense, así como familiares del pescador que reconocieron el cuerpo. Momentos más tarde fue trasladado a la morgue del hospital Justo José de Urquiza, para ser sometido a una autopsia y confirmar los motivos de su muerte, desconociéndose hasta el momento si presentaba signos de violencia. Según relatan colegas de 03442.com.ar en el lugar se vivieron momentos de dolor por parte de los familiares, a los que Prefectura impidió ingresar a la zona de amarre, salvo a quienes realizaron el reconocimiento. El traslado a la morgue fue realizado por la unidad de rescate de Bomberos y la autopsia era practicada en horas de la tarde, desconociéndose detalles de los resultados.
Sigue la investigación
De esta manera finaliza uno de los capítulos de esta historia que tenía en vilo a la familia del pescador, que desde su desaparición se encontraban acampando en el balneario Itapé a la espera de novedades. Además, se tejieron diversas versiones, incluso llegando a suponer que pudo haber un hecho de violencia previo a la desaparición, lo que motivó incluso allanamientos en la zona de islas. Ahora quedará en manos de la Justicia continuar con la investigación, y sin dudas que la autopsia será determinante para definir las causas de la muerte, y también conocer si hubo algún hecho de violencia previo, o si se trató de un accidente en la embarcación del pescador.
En el día de ayer la Policía se había sumado realizando rastrillajes terrestres con numerosos efectivos en la zona del balneario y la costa del riacho (recordemos que la desaparición del motor de la embarcación había levantado sospechas sobre un posible ilícito), mientras Prefectura continuaba con todos sus recursos como lo hizo desde el primer día, en la búsqueda en la zona costera. Finalmente el cuerpo fue hallado, y ahora la Justicia determinará los pasos a seguir.