El organismo de control entrerriano le llamó la atención que empresas que armaron una Unión Transitoria de Empresas (UTE) luego de que fueran por separado a otras licitaciones. Pietroboni, Panedile y Losi en la mira.
Las constructoras se unían para conseguir obras grandes y luego simulaban competir en licitaciones de bajos presupuestos, quedándose de esta forma con la mayor cantidad de trabajos en el territorio provincial.
Un primer caso
El Tribunal de Cuentas emitió una primera observación en la UTE conformada por Construcciones Antonio Caballi SA, Ernesto Ricardo Hormus SA y Szczech y Szczech Empresa Constructora, que se alzó con la Licitación Pública Nº 28/09, con la que se propició la construcción del Hospital Bicentenario en la ciudad de Gualeguaychú, señaló el periodista Oscar Londero y explicó que el consorcio cotizó 169.834.241,70 pesos y acordó un plazo de ejecución de obra de 30 meses corridos, sin contar dos prórrogas. Los trabajos debieron concluir el 29 de noviembre de 2013, algo que nunca ocurrió.
En el informe del Tribunal de Cuentas detalla que en el lapso otorgado para la concreción de los trabajos «las empresas Ernesto Ricardo Hormus SA y Szczech y Szczech Empresa Constructora fueron directas competidoras, ya que fueron las únicas oferentes en la Licitación Pública Nº 38 para la ‘Construcción de aulas y sector administrativo Instituto Superior Especialidad de Educación Física y Construcción de Gimnasio Centro de Educación Física Número 4 General San Martín-Concordia'». Los auditores también recordaron que ambas constructoras presentaron ofertas por separado en otras dos licitaciones públicas.
El caso local
El organismo de control externo fijó su atención también en la UTE integrada por Lemiro Pietroboni SA, Panedile Argentina SA y Luis Losi SA, sin olvidar tampoco que las empresas se presentaron por separado en al menos otras dos licitaciones públicas.
«Si se analizan las distintas licitaciones públicas y sus diferentes oferentes puede verse claramente un entramado de empresas relacionadas a través de contratos de UTE (Unión Transitoria de Empresas), que por otra parte, estando la misma vigente, aparecen en forma individual compitiendo en distintos procedimientos de licitaciones», se indicó en un tramo del informe presentado a las máximas autoridades del Tribunal de Cuentas.
El escrito fue elaborado como una suerte de advertencia y también fue puesto a consideración del Ministerio de Planeamiento, Infraestructura y Servicios (MPIyS), que en los últimos años administró un creciente presupuesto. Algo que no pasó por alto la auditoría, que advirtió sobre la incidencia que ese incremento en los fondos públicos tuvo en el comportamiento de las empresas constructoras.
Un posible justificativo
En uno de los párrafos más salientes del informe puede leerse una suerte de justificativo: «Esta situación puede deberse al crecimiento extraordinario de las obras públicas, sobre todo en la provincia de Entre Ríos, donde las empresas radicadas en la provincia, para encarar cierto tipo de emprendimiento, necesitan presentarse en forma conjunta.
Pero también crea un campo susceptible al hipotético manejo de las ofertas y a darse una estrategia para la presentación o no en los distintos procedimientos». El informe fue firmado por el jefe del Cuerpo de Auditores, Eduardo Rudi, y por el jefe del Áreas Administración Central del Cuerpo de Auditores, Hugo Jensen.