Si hay algún lugar donde nuestra alma se siente avasallado por la angustia, la tristeza y el dolor es el Cementerio.
Y como tal, el camposanto que ocupa el primerísimo lugar es el Cementerio Municipal de C. del Uruguay, consecuencia de la desidia tanto de los empleados municipales como de los familiares de los que descansan en ese lugar.
Observar los Panteones y las Nicheras avasallados por la tierra, las telarañas y las lápidas descolocadas ,quebradas, descalzadas, indican el poco interés de los que todavía respiran hacia aquellos que ocuparon sus corazones y ofrecieron sus vidas y esfuerzos para su bienestar, educación y el comportamiento como hombres y mujeres de bien… Los municipales: suponen que con el pasto cortadito, como está y los canteros y veredas relativamente limpios, como están, ya están hechos.
Pero no suponen que alguien interesado puede mirar más allá, como en la capilla, que han utilizado su ámbito religioso, lleno de polvo, desordenado y con un concierto de telarañas, como depósito de lápidas y placas en desuso, rotas, y restos de coronas y palmas, o estacionamiento de motos y bicicletas del personal. Cementerio=caementerio= lugar de descanso= ¿Será?. Rubén Rasedo