Los dirigentes se van quedando sin excusas para no renovarle el contrato. Por qué el Diez debe seguir otro año más. 
Con el campeonato lejos, la continuidad de Juan Román Riquelme marca la agenda de Boca. Los dirigentes, que no quieren ponerse a la gente en contra, se van quedando sin excusas para no renovarle el contrato en junio. Con algunas pinceladas y los números que lo avalan, el Diez debe seguir otro año más.
Su ausencia (por lesiones) en seis de los quince partidos del campeonato es la bandera que levantan sus detractores, adentro y afuera del club, para caerle al enganche. El estado físico de JR ha sido siempre motivo de largos debates.
18 de los 20 puntos que hizo el equipo en el campeonato fueron con Riquelme en cancha
Sin embargo, a Riquelme le sobra para jugar en el fútbol argentino. Basta con ver un puñado de partidos del Torneo Final para darse cuenta de que el nivel de Román está por encima de la media. Nunca necesitó correr para hacer la diferencia. El fútbol del diez de Boca no nace en sus pies. Nace en su cabeza.
Jugó nueve partidos, ocho como titular. Marcó casi el 30 por ciento de los goles del equipo en el campeonato: 4 de 14. Salvo ante River, siempre que Riquelme estuvo en cancha Boca sumó: cinco victorias y tres empates. 18 de los 20 puntos que hizo el equipo en el campeonato fueron con Riquelme de la línea de cal para adentro.
En junio los dirigentes deberán decidir si le renuevan el contrato. El nivel que muestra, cuando juega, deja sin fundamentos a Daniel Angelici y compañía que, aunque no lo admitan en público, lo prefieren lejos del club. Adentro de la cancha, el problema de Boca no es Riquelme. Afuera, es otra cosa.
(*) editor de 442