El moyanismo gana terreno en un club que está a la deriva. Los otros aspirantes al trono en el Rey de Copas.
Si cuando se habla de Independiente no se hace referencia al Titanic es porque todavía no se hundió. Se mantiene a flote, es cierto, pero está a la deriva y enfila derechito al iceberg. Ahí donde se mira hay desconcierto. No hace falta escarbar demasiado para enfrentarse a la anarquía. Los predios, por ejemplo, están en un estado lamentable, las inferiores hacen agua, de los 27 miembros de comisión directiva, sólo quedan 12, los empleados hacen paro y ponen en riesgo los partidos, los hinchas organizan marchas para pedir la renuncia de Javier Cantero, en la escuela los docentes suspendieron las clases porque no cobran y, como si fuera poco, el ascenso a Primera se hace cuesta arriba. En Independiente se cerró el ciclo del bueno por conocer.
Hay un episodio que refleja el grado del desgobierno: esta semana ningún directivo del club asistió a la reunión que la AFA organiza todos los martes con dirigentes de la B Nacional. En la silla destinada al Rojo se sentó Noray Nakis. ¿Quién? Noray Nakis, el presidente de Deportivo Armenio. ¿Qué hacía ahí? En realidad, ocupó el lugar que siempre quiso ocupar. El gran objetivo del armenio es llegar a la presidencia de Independiente. Se presentó en las dos últimas elecciones, pero perdió, primero contra Julio Comparada y después contra Cantero. Es el primer candidato que se lanzó para los comicios que, prometió el actual presidente, se adelantarán para julio. “La tercera es la vencida”, dijo esta semana cuando anunció sus sueños presidenciales. Lo notable es que todavía no tiene una agrupación detrás, no representa a ninguna de las listas reconocidas por el club. Noray es un candidato sin partido.
Pero Nakis no es el único que pretende ocupar el vacío que deja el canterismo. Hoy, el hombre con más posibilidades de gobernar al Rey de Copas es Hugo Moyano. Todavía no definió si el propio camionero encabezará la lista o si designará a alguien de confianza. Pero a tres meses de las elecciones, todo parece indicar que para la temporada que viene la moda impone el uso de chaqueta verde.
Noray Nakis y Hugo Moyano, con sus delfines, los nombres que asoman para la presidencia. Daniel Grinbank se bajó.
Uno u otro. Uno de los posibles delfines de Moyano es Fabio Fernández. Es un exitoso empresario gastronómico de Avellaneda, dueño de la cadena de restaurantes Pertutti, que no tiene antecedentes políticos en el club. El vínculo con Moyano se generó durante la gestión de Comparada. Fernández, hincha y socio del club, hacía donaciones de alimentos para los chicos de las inferiores, y por entonces el predio de Villa Domínico estaba bajo el control de los camioneros. Ahora, que busca un candidato potable, Moyano lo tentó para que lidere la lista.
El otro que aparece como uno de los elegidos de Moyano es Héctor Yoyo Maldonado, que sí tiene trayectoria política dentro del club. Durante las gestiones de Julio Comparada fue secretario deportivo. Pero, sobre todo, oficiaba de álter ego: hablar con Maldonado era hablar con Hugo. El hombre, por supuesto, viene del sindicato. Todavía mantiene el cargo de secretario de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales del Sindicato de Choferes de Camiones de la Ciudad. Aunque Maldonado es incondicional a Moyano, no ofrece el mejor perfil para liderar la lista de candidatos presidenciales. A lo sumo, dicen las versiones, podría aspirar a otra secretaría.
Simpatía por el diablo. Es paradójico: el empresario Daniel Grinbank lidera todas las encuestas de intención de voto, pero desistió de presentarse como candidato porque asumió compromisos laborales que lo van a tener ocupado por lo menos hasta mediados del año que viene. En principio, está organizando la gira mundial de Violetta, la muchacha Disney que batió récords en el Gran Rex. Además, tiene otro proyecto: traer a los Rolling Stones a Latinoamérica. Eso implica, por ejemplo, que pase mucho tiempo fuera del país, lo que tornaría imposible la dedicación que el club y sus problemas se merecen.
En definitiva, el panorama político que presenta hoy el club está a favor del moyanismo. A tres meses de las elecciones, si no aparece ningún candidato inesperado es muy probable que el hombre que hace diez días le paró el país al Gobierno se haga cargo también del destino de Independiente.
(*) Esta nota fue publicada en la edición impresa del Diario Perfil.