A los 34 años, la rosarina está mucho más relajada
Amalia Granata (34) no es la misma. Se nota al verla: pelo corto, físico más robusto, marcado por la gimnasia. Se percibe al escucharla: calma y pausada, como tratando de elegir las palabras que va a decir. Su actitud también es diferente. En producciones anteriores la llegada de la madre de Uma (6) era un torbellino: varios llamados antes de llegar disculpándose por alguna tardanza, peinados y maquillaje de largos minutos. Hoy su llegada es así: “Hola, ¿cómo andan? Me cambio y en cinco minutos estoy para empezar la producción”, dice sin exagerar su actitud resolutiva y tranquila a la revista Semanario.
“Empecé en El Chimentero 3.0 (el programa conducido por el Teto Medina en Magazine) y la verdad es que no entiendo por qué nunca me habían llamado del cable. Se trabaja sin histeria, sin que te rompan el oído por la cucaracha cuando hay que cambiar de tema porque el rating baja. Está muy bien y, además, mis compañeros son buena gente“, empieza a contar Amalia, después de realizar la producción de fotos que hizo con su propia marca de ropa (Bis Vincit by Amelie).
Cuando llega el momento de hablar de su cambio de actitud, lo primero que dirá es que se liberó de gente tóxica e inmediatamente marcará el punto de quiebre. “Después del problema que tuve en América con Pamela (David) y ‘El Pelado’ (López), me di cuenta de que estaba haciendo cosas que no quería. Descubrí que en ese programa (Antes De Que Sea Tarde) estaba trabajando con personas que no quería y eso que por estar ahí le había dicho no al Bailando…”.
Después de aquel conflicto, en el que terminó disculpándose con Pamela en público, se tomó cinco meses y volvió al programa de Viviana Canosa. “¡Esa fue otra! Llegué y se armó un escándalo con el despido de varios compañeros y quedé afectada. La tele te hace sentir que si no estás en el quilombo no servís. Hay que poder salir de ese círculo“, reflexiona.
Picante, la estudiante de periodismo respondió un ping-pong a la publicación de Perfil:
Victoria Vanucci: “Le deseo mucha luz..,. que tenga luz en su vida. Tenemos un juicio y está todo en la Justicia”.
Ogro Fabbiani: “Es el papá de mi hija, sólo eso. Ni lo odio, ni lo quiero…”
Marcelo Tinelli: “Es un número uno. Cuando estuve en su programa la pasé bien. Hoy no iría al Bailando… Además no me llaman porque no le sirvo al programa”.
Roberto Pettinato: “Con él la pasé genial y me encantaría volver a trabajar a su lado”.
Victoria Xipolitakis: “Me hace reír. Es una mezcla de bizarro y divertido. Inimputable”.
Hace cuatro años está en pareja con Juan Pablo Dematteis (35) y poco más de dos que viven bajo el mismo techo. “Creo que la relación con Juampi tiene que ver en un 90% con mi cambio. Él me baja a tierra. Por ahí algunos amigos me dicen que estuve bien contestando alguna barbaridad y él me repite todo el tiempo que puedo decir lo mismo, pero de otra manera. Claro que no está todo resuelto, seguimos puliendo cosas porque de vez en cuando todavía me saco con ciertas cuestiones”.
Su hija Uma, fruto de su relación con el futbolista Ogro Fabbiani, siempre le quitó el sueño, pero finalmente con ella también encontró el equilibrio. “Hubo un tiempo en que trabajé como loca para poder comprar una casita que fuese el futuro de mi hija. Eso ya está, ya lo logré. Ahora trabajo menos y paso más tiempo con ella. Valió la pena”.
Juan Pablo y Uma vuelven una y otra vez en la charla y a modo de síntesis, Amalia cuenta una anécdota que aclara cómo se llevan puertas adentro. “Hace un tiempo Juampi se iba a trabajar a China y Uma pensó que nos estábamos separando, un día se acercó y me dijo: ‘Mamá, jurame que si te separás de Juampi yo me voy a vivir con él‘. ¡Perdón! Después lo pensé y me di cuenta de que me encanta que se tengan tanto cariño”, concluye la nueva Amalia Granata.
Esteban Veiga | Fotos: Andrés Settepani | Publicado en Revista Semanario