El 9 de julio es feriado puente, una decisión que se tomó antes de la situación actual de la pandemia de coronavirus en la que se paralizó todo desplazamiento interprovincial, y quedó completamente paralizado el turismo.
En este contexto vale aclarar que el 9 de julio fue declarado como feriado inamovible, ya que se conmemora el Día de la Independencia. Además, el gobierno, a través del Ministerio del Interior, al diseñar el calendario declaró que el viernes 10 de julio sea dictaminado como «feriado con fines turísticos».
Con esta decisión quedó establecido, incluyendo el viernes, como fin de semana largo. Además, el jueves 9 de julio, como es un feriado nacional, los empleados, tanto del sector público como privado, no están obligados trabajar.
El 9 de Julio evoca la jornada en la que un grupo de representantes de las Provincias Unidas confirmó en una declaración su intención de poner fin a siglos de dominio colonial español.
La Declaración de la Independencia fue un acto soberano y colectivo. El histórico Congreso de Tucumán de 1816 reunió a diputados que sesionaron y debatieron día a día durante muchos meses para proyectar una nueva nación. Allí se trazaron los primeros lineamientos de lo que luego sería la República Argentina. (Fuente: Clarín)
La Declaración de la Independencia
Una vez que llegaron los congresales y se dio inicio al Congreso el 24 de marzo de 1816, los primeros temas que se trataron fueron, entre otros: los recursos para el ejército Libertador, la acuñación de una nueva moneda, demarcación de límite provincial y la organización de las fuerzas castrenses.
En mayo se designó con la máxima magistratura mayor de las provincias a Juan Martín de Pueyrredón, nadie como él para entender y apoyar a las demandas de San Martín y su empresa libertadora.
San Martín presionaba, ya desde enero en la correspondencia que le envía a su amigo Tomás Godoy Cruz y diputado por Mendoza, argumentando que en la base de toda acción de gobierno se necesitaba de la declaración de la Independencia. Trabajó por la unidad nacional como base de la independencia política con la cual buscaba respaldarse para reconquistar Chile y trabajar por la libertad de América.
El día 9 de Julio de 1816, tras un trabajo de nueve horas de debate el presidente de aquel momento, Narciso Francisco Laprida realiza la memorable pregunta:
«Queréis que las provincias de la Unión sean una nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli»
Todos los diputados contestaron afirmativamente. De inmediato, se labró el “Acta de la Emancipación”.
Desde el punto de vista político representaba el paso previo y necesario para llevar a cabo la ofensiva militar a otras regiones, concretada en la magna empresa de San Martín. Esta Declaración fue en todo tiempo observada como la base constitutiva de las provincias rioplatenses, pese a que no concurrieron al Congreso diputados por las provincias del Litoral, la Banda Oriental, Santa Fe y Paraguay.