El ex árbitro recordó la importancia de la figura del ex presidente de AFA, aunque entiende que tanto tiempo en el poder «hizo mucho daño».
Javier Castrilli, histórico ex árbitro del fútbol argentino, opinó sobre todos los problemas que la conducción actual de AFA, luego del fallecimiento de Julio Grondona, quien fue presidente de la Asociación por 35 años.
«¿Cómo me sentiría como arbitro en esta actualidad? El contexto actual es totalmente negativo para imaginarme estar inmerso en semejante porquería. No me interesaría estar en un lugar donde la corrupción esta al alcancé de la mano», afirmó.
«Yo creo que jamás habremos de encontrar una persona como Grondona. Mas allá de las diferencias que tuvimos con él, no se puede obviar la trascendencia, impronta y los logros que tuvo en el fútbol argentino, sudamericano y en el mundo. Por eso, es muy difícil que el fútbol mundial vuelva a tener una figura como Julio Grondona, al menos por muchos años.
¿Y saben ustedes dónde está la prueba? En el momento de ingobernabilidad que sufre el fútbol argentino, a través de sus actuales autoridades, que también tiene que ver con la falta de alternancia de poder», agregó en una entrevista con Súper Deportivo Radio.
De todas formas, Castrilli recalcó que «estuvo 35 años y eso le hizo mucho daño» y por eso ahora «estamos viviendo la crisis post Grondona». Y afirmó: «La incapacidad que demuestran algunos dirigentes con sus decisiones no hace otra cosa que demostrar la falta de capacidad para conducir que tienen. A diferencia de mi época, ahora parece salvarse quien pueda. En esta cultura del amiguismo, se sostienen por intermedio de las relaciones que pueden llevar adelante con los diferentes dirigentes».
¿Que haría si siguiera involucrado oficialmente? «Lógicamente que lo combatiría como lo hice en diferentes situaciones o como cuando me tuve que ir del fútbol argentino. Por ejemplo, si yo hoy me tendría que sentar con (Pablo) Toviggino (secretario ejecutivo de AFA), le tendría que decir que esto no es así y que le está causando un daño enorme al fútbol argentino y que en algún punto puede ser irreparable», dijo.